...Y yo me pregunto: ¿Somos así de apasionados en cada una de las cosas que hacemos en nuestras vidas?Pues después de analizarlo mucho, he llegado a una conclusión(muy personal).
Los seres humanos deberíamos invertir más energía positiva en cada tarea diaria.Lo mismo en el trabajo, que en el hogar, con la familia y amigos ,y por qué no también con desconocidos.Yo diría que incluso se puede abrir el grifo de la "energía buena;"esa que nos despierta cada mañana con un soplo de fe, y permitirnos el derroche, porque lejos de afectarnos ,irradia en nosotros sensaciones hermosas y nos convierte en seres especiales y únicos.
Me atrevo a asegurar que toda la energía de anoche en Wembley, embotellada y vendida en las farmacias curaría más de una enfermedad.Y si la repartiésemos entre todos los acampados indignados y los indignados no acampados (que me considero uno) nos ayudaría a resolver por fin esta guerra ideológica.
¿Por qué no entonces ponernos a meditar en qué gastamos nuestra energía buena?
Tegala el otro día me brindó un caramelo para el dolor ajeno.Fue después de haber bebido un chocolate (no bailable) que tenía un inquilino dentro."Inquilino":* insecto pequeño y gris de mal olor, con no sé cuántas patas y con muy malas intenciones.
Si en vez de vender caramelos para el dolor ajeno hiciésemos una campaña de energía buena para el dolor ajeno? Se me ocurre la idea de embotellarla, sellarla con un toque de buen humor, y buena compañía; y regalarla en los campamentos a ritmo de lindas canciones y con la única intención de mejorarnos los días.
Sería bueno crear una bandera de muchos colores, todos con un significado distinto y en el centro el símbolo de la buena energía:"Una copa".
Mostraríamos que con algo más de fe y energía buena el mundo puede cambiar.
¡Es una idea! Acepto propuestas.